En su ponencia, Pablo Cobo nos hace una aproximación al Sistema para la Autonomía y Atención a la Dependencia (SAAD). Para ello, aborda cuestiones que tratan, desde el por qué de la creación de una Ley de Dependencia, hasta la Reforma del 2012, atendiendo a las causas y efectos de la misma.
Entre los motivos que justifican la necesidad de creación de una Ley de Dependencia, Pablo Cobo, nos presenta los siguientes: razones demográficas, siendo evidente el aumento actual y futuro de la población mayor de 65 y 80 años; necesidades sociosanitarias, debido a un incremento de la dependencia , así como, un aumento de la dependencia como consecuencia de los accidentes de tráfico, laborales etc; y por último, los cambios sociológicos, debido a la evolución de las condiciones sociales y laborales, como es el aumento de la tasa de actividad femenina.
Para acercarnos al conocimiento del SAAD, el Consultor sobre Dependencia nos elabora una comparativa con el resto de países de Europa, observando rasgos comunes con otros modelos europeos, en aspectos como la financiación a través de impuestos, la incorporación del asistente personal y su configuración, como un sistema fundamentalmente de prestación de servicios, con prestaciones económicas para cuidados familiares entre otros.
Para terminar, el ponente nos invita a realizar un análisis acerca de la Reforma del 2012. Para lo cual, se nos exponen algunas de las bases que sustentan dicha Reforma y se refieren a las siguientes cuestiones: -Una nueva clasificación de dependencia en sólo tres grados (grado III: gran dependencia, grado II: dependencia severa y grado I: dependencia moderada). -Incorporación en el reparto del mínimo garantizado, el criterio de la prioridad del servicio sobre la prestación económica de cuidados. -Ampliación de la prestación de asistencia personal a todos los grados de dependencia, incluyendo a los grados II y I. -El intento de homologación de la intensidad de protección y del copago en la distintas Comunidades.
En conclusión, a la pregunta de si era necesaria una Reforma de la Ley, la respuesta es afirmativa, ya que intrínsecamente, el sistema necesitaba ajustes importantes en torno a las siguientes cuestiones: la valoración no había dado los resultados esperados; las prestaciones económicas del entorno se han desbordado; los servicios profesionales no han crecido, ni con ello el empleo, tal y como se esperaba, y por último, el sistema de financiación se ha demostrado insuficiente e ineficaz para garantizar la sostenibilidad.